OAXACA: PARAÍSO DE LOS INSECTOS EN RIESGO.
Los insectos son unos de los animales más sorprendentes pues podemos encontrar en todos los ambientes. Actualmente se conocen más de un millón de especies por lo que se dice que son el grupo más diverso del mundo y aun así, es posible que esto represente alrededor de una quinta parte de todas las especies existentes.
México es reconocido a nivel mundial por su rica biodiversidad, y dentro de nuestro país, Oaxaca destaca por la abundancia de las especies insectos que pueden encontrarse en él, por lo que viajar a nuestro estado para colectar insectos es uno de los más grandes sueños de cualquier entomólogo del mundo.
Una de las especies más icónicas de nuestro estado es la mariposa Cometa Esperanza Chinanteca (Pterourus esperanza)

la cual habita en el bosque de niebla. Esta mariposa es endémica de la Sierra Norte de Oaxaca, lo que significa que no puede ser encontrada
en ningún otro lugar del mundo. Lamentablemente, debido a su restringida distribución, la pérdida de su hábitat debido a la tala clandestina y a la modificación del ecosistema como consecuencia del cambio climático; cada vez es más difícil observarlas en la naturaleza por lo que actualmente se encuentra protegida por la norma mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 y a nivel mundial se le considera en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Por otro lado, los escarabajos son los insectos con mayor número de especies conocidas y se les ha llegado a considerar verdaderas joyas vivas. Un ejemplo de ello son los escarabajos del género Chrysina con sus colores metálicos verde y oro. Otro bicho que vale la pena mencionar es el escarabajo Plusiotis cosijoezai, endémico de la Sierra Madre Sur de Oaxaca y nombrado así en honor del cuarto soberano guerrero de la dinastía oaxaqueña de Zaachila, Cosijoeza; considerado el señor de la tormenta y el trueno.
En Oaxaca, los insectos no solo cumplen un papel ecológico, sino que también forman parte de la cultura culinaria; muestra de ello es la emoción colectiva en la que los oaxaqueños esperamos la llegada de las lluvias para salir a recolectar chicatanas (Atta mexicana) y preparar una deliciosa salsa, amenizamos nuestras reuniones con un mezcalito acompañado de sal de gusano de maguey (Comadia redtenbacheri) y de botana ¿por qué, no? unos chapulines (Sphenarium sp.) cocinados con ajo, chile de árbol y limón.
Actualmente, toda esta riqueza culinaria y ecológica se encuentra en riesgo y los efectos del cambio climático cada vez son más evidentes y en lo que va del año 2021 ya 11 mil hectáreas han sido afectadas por incendios forestales, además, para la década de 2021 a 2030 se espera que la temperatura media anual ronda los 33°C mientras que las actuales anomalías en las lluvias han intensificado los efectos de la temporada de secas. Los insectos son animales ectotermos, lo que significa que requieren de una fuente de calor externa para regular su temperatura corporal y es esta misma condición la que los hace extremadamente sensibles a los efectos del cambio climático. Muestra de ello es la disminución en el número de individuos de escarabajos del género Phyllopaga, estos bichos surgen año con año de la tierra para reproducirse con un vuelo característicamente ruidoso y que tristemente, es posible que algún día ya no volvamos a escuchar más.