LA MEDICINA DE LA CONSERVACIÓN: UNA MANO A LA CIENCIA
Desde su origen, el hombre ha mantenido una gran relación con su entorno y con los recursos naturales, como sabemos, como país y como estado somos afortunados de tener una gran riqueza en nuestra biodiversidad, pero lamentablemente el impacto de los seres humanos a la salud del planeta es una gran problemática desde muchos años atrás, y es que las cifras son lamentables en cuanto a la pérdida de biodiversidad.
Por ello, es de suma importancia no hacer caso omiso a cada una de las notas que vemos en los noticieros, en los medios y en las redes sociales sobre las lamentables pérdidas de ciertos recursos naturales, lo cual representa riesgos para la salud del planeta, riesgos para la salud humana, así como la de los otros organismos, animales y vegetales que conforman el ecosistema.
Muchas de las especies animales son de gran importancia por varios aspectos como económicas, culturales, ecológicas como controladores de plagas y que forma parte de la cadena alimenticia, y por supuesto no menos importante la parte médica. Ejemplo de ella son las serpientes venenosas con función médica, en Oaxaca de las 172 especies de serpientes 31 especies representan un factor fundamental para la salud, esto se debe a la composición que tienen los venenos y que están compuestos por proteínas y enzimas que tienen un gran potencial terapéutico, lo que contribuye para tratar a miles de personas afectadas por mordidas. Además, los venenos de las serpientes son mezclas complejas de proteínas y péptidos como fosfolipasas, toxinas de 3 dedos, serinoproteasas y metaloproteasas, neurotoxinas, por mencionar algunas.
También, uno de los animales más resistentes a la mordedura de una serpiente es el tlacuache, y gracias a los científicos han podido desarrollar un antídoto contra las mordeduras de serpientes a partir de sus aminoácidos.
Otro ejemplo claro es la una especie mexicana representativa, el ajolote, que lamentablemente se encuentra en peligro de extinción, sin embargo, gracias a la ciencia y a los avances tecnológicos, se ha comprobado que el ajolote tiene una gran capacidad regenerativa en algunas partes del cuerpo, así como células cardiacas y cerebrales, lo cual representa líneas de investigación con enfoques terapéuticos para humanos.
Así como estas especies, existen muchas más que además de cumplir una gran función biológica, suman un gran aporte a los científicos interesados en estudiar los organismos vivos para poder mejorar nuestro estilo de vida y entender mejor el ecosistema, otras especies como; hongos, crustáceos, nematodos, por mencionar algunos que cumplen con una o varias funciones.
Y, por otra parte, la gran riqueza de plantas medicinales con las que cuenta nuestra entidad Oaxaqueña y que gracias a sus principios activos se han podido desarrollar diferentes investigaciones en cuanto enfoque terapéutico y farmacología, que han abordado el tema de la medicina tradicional en México (Navarijo, 2004). Además, el avance de la ciencia y la tecnología ha ayudado a que los principios activos contenidos en las plantas sean sintetizados químicamente, haciéndolos disponibles en las farmacias a precios accesibles y en dosis adecuadas para cada tratamiento (Maldonado, 2020).
Históricamente, se sabe que la biodiversidad es una fuente valiosa para la identificación de moléculas con potencial biotecnológico. Varios grupos de investigación alrededor del mundo han descrito el papel que tienen los productos naturales para la identificación de nuevos agentes terapéuticos. Las investigaciones hacen referencia a la diversidad química, biológica y estructural de las moléculas y destacan la importancia de realizar estudios multidisciplinarios con el objetivo fortalecer líneas de investigación (Roman, 2020).
Debido a los drásticos y acelerados cambios ambientales que nuestro planeta está sufriendo hoy debido a la actividad humana, los ecosistemas están perdiendo su equilibrio, y la reproducción, el hábitat, y el comportamiento de las especies están siendo afectados al igual que el desplazamiento y extinción de especies nativas de flora y fauna.
Es momento de que ayudemos a la ciencia y a las personas que la hacen funcionar y que hacen conservar nuestro planeta tierra, es nuestro único hogar y aún estamos a tiempo de hacer mejoras en nuestra vida cotidiana y contagiar nuestro entusiasmo.
Hagamos una cadena de conciencia por la ciencia, por la salud y por la vida del planeta.